Las oficinas colombianas Taller Síntesis y Connatural forman una de las duplas finalistas del concurso de diseño del futuro centro cívico universitario de la Universidad de Los Andes en Bogotá (Colombia), certamen que buscó intervenciones "con clara vocación urbana que involucren en simultáneo los conceptos de campus vertical y horizontal, integración que ha caracterizado a esta institución a los largo del tiempo".
Mientras el primer lugar fue otorgado al proyecto de Konrad Brunner y Cristián Undurraga, la dupla colombiana de Taller Síntesis y Connatural proponen que el nuevo campus "se construya y defina a través del vacío conformado por un conjunto de espacios colectivos de diversas escalas [generando] un espacio cívico representativo de gran importancia para el campus".
Memoria oficial: localizado en el pie de monte de los cerros orientales de Bogotá, el Centro Cívico Universitario propone desde su nombre desplazar el eje central de la discusión de lo construido (los edificios) y llevarlo hacia el vacío, lo colectivo, y hacia el cómo este se define y caracteriza.
Así el proyecto se construye y define a través del vacío conformado por un conjunto de espacios colectivos de diversas escalas, ya sea cubiertos o al aire libre, y que permiten la articulación de los diferentes componentes programáticos. La sumatoria de estos espacios: terrazas, patios, corredores y balcones, genera un espacio cívico representativo de gran importancia para el campus, un sistema espacial que promueve el contacto con el paisaje, espacios que potencian el encuentro con el otro, en otras palabras, la generación del conocimiento fuera del aula.
La gente
La propuesta entiende que el cambio en la pedagogía implica también la ruptura de los límites físicos del salón de clases. Se valora así la idea de que el conocimiento se construye fuera del aula, a través de la vida y la experiencia propia, un mundo del conocimiento no abstracto, sino uno que bebe directamente de la experiencia vivida, centrada en el cuerpo de cada quien. Así la serie de vacíos del Centro Cívico Universitario deben permitir y generar espacios tanto formales como informales que permitan la generación de conocimiento, fuera y dentro del aula, y a la vez deben integrarse a los hábitos de los usuario del campus, posibilitando lo fortuito, los encuentros, las discusiones públicas y abiertas y lo espontaneo.
La geografía
La singular ubicación del proyecto en el piedemonte plantea la necesidad de crear una transición entre el paisaje de los cerros y la ciudad. Para esto se plantean dos estrategias: una táctil y una visual para intervenir sobre el paisaje.
La estrategia táctil parte de reinterpretar la topografía, creando múltiples terrazas, lo que permite que se extienda físicamente el límite del sistema natural por medio de la generación de cubiertas vegetales, permitiendo que se toquen nuevamente en este punto la ciudad y la naturaleza, una biouniversidad, en que se ha recompuesto la relación que los edificios que ocupaban el lote habían interrumpido.
La estrategia visual: en la que el paramento que define claramente los límites entre el proyecto y la ciudad se rompe en la esquina permitiendo extender el paisaje de los cerros a la ciudad, en una relación visual que atraviesa todo el campus hasta los cerros, convirtiendo estos en los protagonistas del acceso al Centro Cívico Universitario.
Las volumetrías retrasadas de las terrazas y balcones preservan el paisaje desde la ciudad hacia los cerros e incorporan, a las visuales de la universidad, el paisaje de la ciudad, abstrayendo la estructura de la montaña para convertirla en arquitectura.
Las conexiones
El proyecto debe integrarse y recomponer la sutil y a la vez compleja red de conexiones que cruzan la universidad de los Andes y que en el momento apenas si tienen continuidad en las áreas que se están interviniendo. Así mismo debe garantizar que el movimiento del usuario sea igual de intuitivo y natural, como se da en las áreas más logradas del campus existente.
Una serie de terrazas se disponen a distintos niveles con el propósito de establecer la conexión entre los edificios y espacios existentes del campus, ubicados en diversas cotas topográficas, y los nuevos componentes del programa, componiendo una idea de continuidad y cohesión entre los edificios y los espacios abiertos del campus, tanto existentes como propuestos.
Esta idea del vacío como ágora publica, es llevada intensamente al interior de las distintas edificaciones que componen el conjunto, definiéndolos en gran parte. Las circulaciones interiores dejan de ser solo circulaciones y se convierten en espacios que se dilatan en múltiples puntos conformando terrazas y nichos, espacios que se abren al paisaje lejano de la ciudad y los cerros pero que también tienen la presencia inmediata de la naturaleza propia del piedemonte, y que permiten los encuentros informales y la pausa en la actividad de los estudiantes.
Arquitectos
Taller Sintesis, ConnaturalUbicación
Cra 1 Nº 18A-12 Bogotá, ColombiaTaller Síntesis
Farhid Maya, David Cuartas, Lucas SernaConnatural
Sebastián Mejía, Edgar MazoColaboradores
Lina Flórez, Camila Ángel, Anderson Serna, Iojann Restrepo, Isaac Ramírez Marín, John Fredy Vásquez, Federico Fois, Santiago Restrepo, Susana Zea Rendón, Edwin Cogollo Gómez, Sebastián Gómez, Santiago Hurtado, Eduardo Tapia, Julián David Vargas, Santiago Madrigal, Daniela RamírezPremio
FinalistasÁrea
26000.0 m2Año Proyecto
2016Fotografías
Cortesía de Taller Síntesis + Connatural